jueves, 27 de octubre de 2011

POESIA – PRIMEROS PREMIOS

POESIA – PRIMEROS PREMIOS
      1-DÍPTICO A LA POESÍA

LA CA
NCIÓN PRIMERA

Llegó esa tarde la canción primera
remando en una azul melancolía.
No sabía por qué, pero tenía
algo de palpitar de primavera.

No la quise esperar, y no fue espera,
corrió hacia mí como si fuera mía,
y está en mi ser viviendo todavía
aunque en algunas horas no lo quiera.

Alguna vez quise romper su escala
como si fuera una inservible cosa,
como si fuera un pájaro sin vuelo.

Pero mi corazón quedó sin ala,
y fue una rosa,  fue la humilde rosa,
la que la trajo en un jirón de cielo.

II A UN JOVEN POETA

Ha llegado a tus ojos, sí, lo entiendo,
una luz tan azul como escondida,
como sangre que mana de una herida,
como aquello que intenta seguir siendo.

Ha llegado a tus ojos, ya es tu atuendo,
aunque aún no comprendas que en ti anida
el verbo, aunque no sepas su medida
ni entiendas que algo nuevo está naciendo.

Adónde has de llegar, nadie lo sabe,
es como el vuelo que comienza un ave
y nadie sabe bien en que lo funda.

Pero está en ti saber ser peregrino
en el azul del más azul camino
con pocos ríos y con sed profunda.

    PRIMER PREMIO                         
    IV CONCURSO INTERNACIONAL
DE POESÍA Y CUENTO
    “ALAS DEL ALMA” 1999



            





      2        TANGO DE BUENOS AIRES                

    Es noche y hace frío. La ciudad se desnuda.
    Se quita su ropaje de doradas mentiras.
    Se han marchado los ruidos y hasta parece muda.
    Diría que los ángeles van trayendo sus liras.

    Es hora en que aparece la realidad, y es cruda.
    Tanto que hasta desborda el pozo de las iras.
    La miseria camina por las calles, no hay duda,
    y en lugar de ropajes, lleva andrajos en tiras.

    Hay dos chicos que duermen sobre la acera. El frío
    amorató sus caras, y tal vez tengan hambre.
    El amor ha perdido dos capullos de rosa.

    La ciudad ya se duerme con bostezos de hastío.
    El canario se muere en su jaula de alambre,
    y la luz de una vela quemó a la mariposa.

    PRIMER PREMIO
    Concurso Literario 1998 -
    Universidad Tecnológica Nacional
    Facultad Regional Haedo
  
  
3 A GIACOPO DA LENTINO
    a quien se considera que inventó
el soneto hacia el año 1220

Giacopo Da Lentino, siciliano,
soñaba sublimar la poesía,
decir con pocos versos y armonía
que es lo que siente el corazón humano.

Muchos antes trataron, pero en vano,
de hacerlo con preciosa pedrería,
logrando una prisión de joyería
donde el sueño era ciervo en un pantano.

Da Lentino pensó: por más costosa
que resulte la piedra será agreste,
será un paisaje desolado y quieto.

Tomó catorce pétalos de rosa,
los salpicó con música celeste
y el resultado fue el primer soneto.
      
    PRIMER PREMIO
    Certamen Literario “Italia y los Italianos”
    Asociación Dante Alighieri de Bragado
    Asociación Italiana de S.M. “Amor Fraterno”
    Bragado,  5 de diciembre de 1998
4    LA ROSA Y LA POESÍA

¿Nació la poesía de la rosa
o fue la rosa de la poesía?.
Las dos razones tienen armonía
y tal vez sean una misma cosa.

Porque la conjunción es generosa,
no en oro ni costosa pedrería,
sino en la luminosa regalía
que otorga al hombre la ilusión hermosa.

El hombre tiene cuerpo y tiene un alma,
necesita del pan y del abrigo
y de una vida en algo venturosa.

Pero también requiere de la calma,
de la mano tendida del amigo
y de la poesía y de la rosa.
  
    PRIMER PREMIO
Círculo de Escritores Bonaerenses
Leopoldo Lugones – Rotary Club
    de Isidro Casanova - 1998


           
    
    5  LLANTO POR GERARDO GIGENA
      
    a mi prima Alcira, cuyo hijo Gerardo
    murió en el naufragio del Leonor

    Picos de buitres, babas de chacales,
    disfrazados llevaba el torpe río.
    Un horizonte azul crujió en el frío
    y la luz ya no vuela en sus cristales.

    ¿Y qué decir?. ¿Por qué llorar raudales?.
    ¡Sí el cántaro del llanto está vacío!
    ¡Si el vuelo de un insecto es desvarío!.
    ¡Si es tanto el mal que ya no hay otros males!.

    Un quejido de nubes y de hiedra
    quieren dar su latido, y no hay latido.
    Desnuda es la verdad. Lo todo es nada.

    Ya no dudo si llora alguna piedra.
    Ya no puedo decir que está dormido.
    La puerta de su vida está cerrada.

    PRIMER PREMIO
    Cuarto Concurso SADE-Sur
    Delegación Lanús – 1992

       6       NIÑO ABANDONADO

               Constitución. Un banco y una llaga
               que todos ven pero ninguno mira.
    Quiere llegar la luz, mas se retira
    porque el dolor la hiere con su daga.

    La gente pasa con mirada vaga,
    como no viendo. Una mujer suspira.
    Pero aquí la verdad grita con ira
    que la deuda de amor nadie la paga.

    El niño se despierta. Ni mendiga
    resignado de ser nadie en la nada.
    ¿Su dolor?, ¡de qué sirve que lo diga!.

    Recién empieza a conocer el mundo,
    y ya tiene en sus ojos estampada
    la tristeza de un perro vagabundo.


PRIMER PREMIO
        VIII Concurso Literario
    Premio O’ Higgins 1991
        Ciudad de Lanús


7 DÍPTICO DE LA LLUVIA


I VIENTO DE LLUVIA

Hablando con la lluvia llega el viento
desde el jardín a la ventana abierta,
y el arpa de la lluvia es el sustento
de la canción, entre jazmines, cierta.

Sintiendo ahora que un antiguo cuento
brota del cáliz de una rosa muerta,
me atrevo a dedicar este momento
a revivir mi ya perdida huerta.

Años atrás, caminos ya perdidos,
ilusiones roídas por los años,
tiempo que ya tan sólo es un recuerdo,

llegan a mí, a todos mis sentidos,
subiendo alegremente los peldaños
que siempre están, pero que a veces pierdo.

II LA LLUVIA DEJA SU MELANCOLÍA

La lluvia deja su melancolía
sobre mis ojos. Tras de la ventana
el agua de la lluvia se desgana,
aunque está su presencia todavía.

Hallo un duende atascado en la armonía
como gato enredado con la lana.
Su palabra es nostálgica y humana
con un ligero acento a lejanía.

Busco a lo lejos pedestales bellos,
sin recordar el tiempo que ha nevado
sobre la escala gris de mis cabellos.

Y me quedo en el hueco de la tarde,
como si fuera un niño rezagado
que le pide a la lluvia que lo aguarde.

Emilio Víctor Pineda
PRIMER PREMIO
CERTAMEN NACIONAL DE POESÍA Y CUENTO
 “ALFONSINA STORNI”
CENTRO AMIGOS DE LAS ARTES
Biblioteca Popular Alberti – Remedios de Escalada – 3 de junio de 2006




8 DÍPTICO EN RECUERDO DE HEBE (†)


I  ESTÁ EL JARDÍN CON FLORES

Está el jardín con flores, como ella lo quería.
Un destello celeste cubre el jardín del cielo
como si su mirada alumbrara mi duelo,
como si ella estuviera conmigo en este día.

Si fuera en otro tiempo sería poesía
este jardín con flores, sus pies en este suelo.
No estaría mi llanto mojando el desconsuelo
de saber que no estás, dulce muchacha mía.

No tengo tus palabras, tu mirada, tus sueños.
Duermes, lo sé, mi amor. Duermes el sueño eterno.
Y mis ojos no tienen a tus ojos por dueños.

Es el verano, Hebe, para mí es el invierno,
Los cantos de los pájaros no llegan a tocarme,
porque tus labios, Hebe, no pueden ya besarme.

II MELANCOLÍA DE LA LLUVIA

Cayó una lluvia intensa temprano esta mañana.
La lluvia es fiel amiga de la melancolía,
y llegó a mis recuerdos un día que llovía,
y estábamos los dos mirando la ventana.

No llegó a mis recuerdos como una imagen vana.
Sino que fue el resumen de aquella poesía
que vivimos los dos en un lluvioso día.
Poesía que ahora encuentro tan lejana...

Ya no tengo tus manos, no tengo tu mirada.
Te busco y tú no estás. Te busco. Estás perdida
en un mar de negruras que no aclara mi llanto.

Ha penetrado hondo el filo de la espada
que llegó no sé cómo y te tronchó la vida,
y me dejó desnudo de sueños y de canto.


PRIMER PREMIO
CERTAMEN LITERARIO EDEA 2006
EDEA - ENCUENTRO DE ESCRITORES DE AVELLANEDA
Casa de Cultura de Avellaneda – 3 de noviembre de 2006


9 SOLEÁ DEL ANOCHECER
     Recordando a Federico García Lorca

        Por el prado verde y malva
        la noche, negra, se acerca.
        Se hacen jirones las nubes
        y se apagan las candelas.
        El viento suelta cantares
        entre los pinos que sueñan,
        y el canto se vuelve niño
        en el agua de la alberca.
        -¿Adónde van soledades
        de la noche que se acerca?.
        -Al alma de los que tienen,
        escondido, algún poema.
        ¡Ay! soledad de las noches.
        ¡ay! soledad del poeta.
        Entre los brazos del viento,
        viene, cantando, una pena,
        y vienen duendes, cansados
        de dar lumbre a las estrellas.

-PRIMER PREMIO. Certamen de Poesía
    "Francisco Luis Bernárdez".
    Ateneo Cultural de Buenos Aires . 1984.
-Publicado en la Antología del Certamen
    Francisco Luis Bernárdez.
    Ateneo Cultural de Buenos Aires. 1985
-Publicado en Edición Conmemorativa FILAE 96
    La Sociedad de los Poetas Vivos
    Antología Poética Lomense – Lomas de Zamora,
    septiembre de 1996, pág. 120.
-Publicado en la Revista Cardio + Sanitas,
    febrero de 1993, año 5 Nº 29, página 14-
-Publicado en mi libro “Nubes y otros poemas”, diciembre de 1999. Pág. 21.

10 LA GUERRA

Entonces, las campanas
liberaban los peces de sus bronces
en el mar de los ecos.
Y cuando la mañana,
el aroma del trigo era alimento
para el cuerpo y el alma.

Eso fue antes, cuando
nadie alzaba banderas como lanzas.

Después vino el que hablaba
con voces de clarines y de gloria,
de fronteras más amplias.
Y los hombres fundieron las campanas.

Una sola quedó, en el campanario
de la capilla vieja y solitaria.

Tras un tiempo volvieron
los pocos que volvieron, con sus llagas,
con un ojo vacío o una pierna sin pierna.

Los recibieron llantos.
Sólo llantos y el triste
lamento de la única campana en la capilla
que nadie recordaba.

Emilio Víctor Pineda

  
PRIMER PREMIO. Certamen "Berisso, Capital del Inmigran¬te".
Organizado por la Federación de Entidades de Bien Público de Beris¬so, en
adhesión a la XV Fiesta Provincial del In¬migrante.
Berisso, miércoles 16 de diciembre de 1992.

PUBLICADO en Edición Conmemorativa 1996 FILAE 96 La Sociedad de los
Poetas Vivos – Antología Poética Lomense –1ª edición, septiembre de 1996,
Ciudad de La Paz de Lomas de Zamora.


11 NUBES

    Alguien llamó a la luz. Y la luz vino
    con lento recitar de amaneceres,
    como si todo el tiempo fuera el tiempo.
    La clave era no herirme las pupilas.

    Sus dedos deshicieron, uno a uno,
    grumos de nubes grises
    sin racimos de lluvia, sólo helechos
    de la frontera entre mi ser y el claro
    mundo que lentamente se esbozaba.

    ¡Qué temblor! ¡Oh!, tú, tierra impasible,
    ¡si pusieras saber que es lo que siente
    un niño cuando ve la luz primera!.
    Ver a la madre, dulce leche, brazos
    tibios de nido.
    Ver al padre, ojos que aseguraban
    refugio inexpugnable, un delicioso
    sentir la protección frente a las sombras.
    Y otros rostros amables
    de tíos y de abuelos.

    Qué sabría yo, en el primer encuentro,
    que el tiempo poco a poco iría borrando
    los rostros de ese mundo amanecido.

    Y después. Y después fue la rayuela,
    los duros sabañones, el colegio,
    y el barrilete que elevaba alto
    algo que no era carne y era alma.
    Un perro juguetón y los amigos,
    el fútbol del potrero, las bolitas,
    y a veces una extraña sensación de no pisar la tierra,
    de estar como de paso en este mundo.

    La juventud después, un patio con glicinas,
    un cuaderno con versos ya perdido,
    esa espina clavada por el primer amor soñado
    como quien sueña el vuelo de un pájaro imposible.
    Y la tangente del ángulo fi, y la fluorita,
    junto al libro de versos de Juan Ramón Jiménez.

    Y ahora aquí, sueños ajados, no cumplidos,
    el paso lento, los ojos empañados
    por copos de las nubes de mi primera infancia,
    que al deshacerse pude ver el mundo
    y hoy vuelven a formarse nuevamente.


Emilio Víctor Pineda

        Primer Premio - Viaje a la Isla Negra, casa de Pablo Neruda - Premio otorgado por la Embajada de Chile -   2do. Concurso Pablo Nerudo - Centro de Artes y Letras "San Telmo" -

        Anuncio del Premio: Manzana de la Luces, Ciudad de Buenos Aires, 29 de noviembre de 1993.

        Entrega del premio, Ciudad de Buenos Aires, 4 de marzo de 1994

        Visita a la Casa de Pablo Neruda en la Isla Negra, República de Chile, 21 de mayo de 1994.

        Visita a la Casa de Pablo Neruda "La Chascona", en Santiago de Chile, 23 de mayo de 1994.

        Un fragmento de este poema fue publicado en "PREMIO PABLO NERUDA" ANTOLOGÍA (Marzo-1994) - Centro de Artes y Letras San Telmo - Ediciones "Arlequín de San Telmo"

12 SOLEÁ POR MARIANA PINEDA Y FEDERICO GARCÍA LORCA
    a mi abuelo Francisco Pineda, que siempre nos hablaba de Marianita


Hasta la muerte lloraba
cuando Mariana Pineda
al cadalso caminaba

¡Hasta la muerte lloraba!.

Fue la noche en la mañana.
Con un quejido de grillos
un barco se hundió en la rada.

¡Hasta la muerte lloraba!.

¡Ay! de la dulce Mariana,
su cuello de blanco lirio,
el garrote lo quebraba.

¡Hasta la muerte lloraba!.

Pasó el tiempo, y ese drama
le dio argumento a un poema
de un gran poeta de España.

¡Hasta la muerte lloraba!.

Una rosa enamorada
habló al poeta, y le dijo
que la muerte lo esperaba.

¡Hasta la muerte lloraba!.

Las voces de las gitanas,
el Guadalquivir, decían,
tiñó con sangre sus aguas.

¡Hasta la muerte lloraba!.

Por la Libertad soñada,
Marianita y Federico
fueron muertos en Granada.

¡ay yayayayay!
¡Hasta la muerte lloraba!



Emilio Víctor Pineda


PRIMER PREMIO
 Concurso Nacional de Poesía “Lorca, su vida y su obra” Centro de Artes y Letras “San Telmo” y Revista “Arlequín”. Premio entregado en la Casa del Escritor de la SADE – Buenos Aires, 5 de mayo de 1998.

Publicado en la Antología Poética “Lorca, su vida y su obra”, ediciones “Arlequín de San Telmo, abril de 1998.


    13 AYER Y HOY


    En este hoy, mi voz cansada empalma

    con las que antaño alegres florecían,

    en las tardes de sol, cuando caían

    gotas de azul del cielo hasta mi alma.



    Entonces, con el hueco de mi palma

    buscaba las luciérnagas  que ardían,

    y las voces cantaban y reían...

    hoy buscan el refugio de la calma.



    Todo ya fue, sólo me queda un trecho

    tan corto! en esta tierra que transito

    que ya mi esencia pide sus dos alas.



    Busca, mi ser, un sitio en este techo

    donde todo se impregna de infinito

    y de voces que cambian sus escalas.



    Emilio Víctor Pineda

        - Publicado en "El Soneto Latinoamericano". Fondo Editorial Bonaerense, dirigido por Oscar  Abel Ligaluppi. La Plata, septiembre de 1984. Pág. 324.
        - Primer Premio Poema Édito. Certamen Literario Internacional Libertador General San Martín.

        Ateneo Cultural de Buenos Aires. Buenos Aires, 26 de marzo de 1986.

-    Publicado en Florilegio. Certamen Literario Internacional Libertador General San Martín. Ateneo Cultural de Buenos Aires . 1986. Pág. 142.

14 CARDENAL SAMORÉ

    Apenas un destello

    como un ángel de luz que anuncia el alba,

    no podía, en la noche de los odios,

    hacer que las miradas

    buscaran las respuestas en el cielo.


    Con la muerte en los ojos,

    nadie estaba en la luz.


    ¡No!. ¡Nadie la miraba!.

    De espaldas a la cruz,

    nadie hablada de hallar

    una Paz Fraternal, que apenas era

    la luz de una luciérnaga lejana.


    ¡Samoré pudo verla!.


    Apóstol de la Paz, como fue Cristo,

    supo hallar, en la luz, una esperanza.

    Supo hablar de la débil lucecita

    como un faro en el mar,

    hasta que se quebraron las espadas
  
    como tocadas por la voz de Dios,

    o por un débil lirio.

    Hincaron las rodillas

    aquéllos que mandaban a matar.

    Los fantasmas del odio se espantaron

    cuando gritó el amor.

    Los hombres se abrazaron.

    La Paz reina en los Andes,

    porque la voz de Samoré lo dijo,

    con un acento grave,

    llevada por la mano del Señor.


Emilio Víctor Pineda

        - Primer Premio. Certamen Internacional Libertador General San Martín. Ateneo Cultural de Buenos Aires. Buenos Aires, 26 de marzo de 1986.

        -Publicado en el libro Florilegio del Certamen Internacional Libertador General San Martín.
        Ateneo Cultural de Buenos Aires. 1986. Pág. 143 - 144.
        Escrito el 24 de febrero de 1985

15   EL DESPERTAR DE LA POESÍA 

        Por el aire volaban mariposas

        y sonrisas de ángel a su lado.

        Todo estaba en la tarde conjurado

        para que hablaran arpas jubilosas.



        Llegó el mar con sus aguas espumosas,

        vino el río que cruza por el prado,

        y ese presente bienaventurado

        colmó a mi alma e iluminó a las cosas.



        Fue el abrazo vital de la belleza

        con el espacio azul de la ternura,

        y fue tanta la luz que hasta dolía.



        Y tuve, entonces, la real certeza

        de estar en el comienzo de la hondura

        que tiene la palabra poesía.


        Emilio Víctor Pineda

PRIMER PREMIO
        V Concurso de Poesía organizado por la Revista “Lazos Cooperativos”, Cooperativa de Trabajo Phillipe Buchez.
        13 de agosto de 1998, Hotel Savoy, Ciudad de Buenos Aires

16 LA GAVIOTA HERIDA

De sus plumas manaba un llanto rojo y espeso, por el que se le iba la vida.
La arena bebía su sangre, con la avidez de las esponjas o de los buitres.
Quise acercarme, lavar su herida, vendarla...
No sabía como hacerlo. Pero una infinita piedad iluminaba mis ojos, me empujaba hacia la playa.
Más la gaviota herida luchaba con la muerte para llegar al mar.
Llegó antes de que yo pudiera tocarla.
Pudo cumplir su rito. Murió en el mar, como mueren las estrellas fugaces.

PRIMER PREMIO en Poemas en Prosa Inéditos. Certamen Literario Internacional Libertador General San Martín. Ateneo Cultural de Buenos Aires. Buenos Aires 26 de marzo de 1986.

17
TRÍPTICO DE LA LUZ


I  YA QUE LA DULCE LUZ

Ya que la dulce luz quiebra su talle
y, sin ser sauce, su ramaje humilla,
lanzo mi voz desde la quieta orilla,
que se me va, impaciente, por la calle.

Ha de volver, hallado lo que halle.
Recitará su fábula sencilla.
Me hablará de la alondra, de la arcilla,
del pinar que ha encontrado en algún valle.

Yo no soy sino el hueco de una caja
donde llegan las cosas, que se quedan
o parten sin que a nadie así le importe.

A veces voy, con la mirada baja,
viendo si mis pisadas no se enredan
y pierden el sentido de su norte.


II   LUZ DE INVIERNO

Guarda la tarde de a una sus banderas,
con su nostalgia de lo que ha pasado.
La luz de invierno fría, se ha quedado
como apretada a las enredaderas.

No es el momento de las primaveras.
Quiero soñar con todo lo soñado:
una baranda azul, un añorado
correr por el verdor de las praderas.

¡Oh! dulce azul que corres por mis venas.
¡Oh! dulce ángel que atiendes a mi alma.
¡Oh! melodía que mi frente abriga.

Viene la noche con su bol de penas,
con su negrura y su inquietante calma
como queriendo parecer amiga.

III LLUEVE LA LUZ SOBRE MI VERDE PINO

Llueve la luz sobre mi verde pino,
que se la bebe y la transmuta en oro.
Miro asombrado el límpido tesoro
que, sin soñarlo, hasta mis ojos vino.

Seguro don o inexplicable sino,
llegó a la tarde, como un blanco toro,
a imponer las canciones de su coro
sobre llantos que ayer trajo el destino.

Vuelvo a la luz mis ojos asombrados.
Voy por su cauce, y, ya en su fuente, abrevo
para quitarme pétalos quebrados.

Alzo los brazos, y a la paz, me elevo.
Quiero tocar azules no alcanzados,
llegar a ser, tal vez, mi yo de nuevo.

Emilio Víctor Pineda
PRIMER  PREMIO
“CERTAMEN LITERARIO DON MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA – AÑO 2007”LA MAGIA DEL SONETO
ASOCIACIÓN MUTUAL CASA DE ESPAÑA EN TANDIL
TANDIL, 12 DE OCTUBRE DE 2007

18 DÍPTICO DE LA LUZ                  

I  A UN RAYO DE LUZ

Arpa de luz o fuente de hermosura
llegaste a mi jardín como jugando,
Como jugando, sí, como si un blando
copo de sol bajara de la altura.

Quise tocar tu luz, esa luz pura
que obedecía a decidido mando,
y poco a poco, como si nevando
copos de luz, cambiaste la escritura.

Diste a las cosas su color exacto,
con magia y con justicia en ese acto
y nada fue dejado sin su tono.

Todo quedó sin dudas, sin encono,
pensé que si en los hombres así fuera
el mundo viviría en primavera.






II  ME SALPICA LA LUZ

Me salpica la luz. Es la porfía
si el oro triunfa o si la sombra crece.
Antigua duda en su sillón se mece,
de la luz toma, y bebe de la umbría.

Caminando el decir por la elegía,
quiero quebrar el gris que lo enmudece.
Dejo a mi alma que en silencio rece
por el triunfa cabal de la alegría.

Por mis ojos, el río de la tarde
entra en mi ser. Quiero gritar y callo:
- tal vez el huerto en la verdad no exista.

Por el oeste, el cielo puro arde.
El horizonte y todo lo que hallo,
hacen que el alma en su soñar insista.

Emilio Víctor Pineda

PRIMER PREMIO
Décimo Certamen Nacional e  Internacional de Poesía
“Antonio Nelson Romera”
EDEA – Encuentro de Escritores de Avellaneda
Gente de Arte – Ciudad de Avellaneda – 16 de noviembre de 2007



19 TRÍPTICO DE MI VIDA

1 LA MAÑANA

Un día se abrió paso la voz del limonero,
los rayos de la luna marcábanle el camino,
y me puso en la boca un sabor peregrino
como si me encontrara con el beso primero.
                                                      
Todo cambió en mi sangre. Un nuevo derrotero
me marcó con su brújula el duende del destino,
inundaron mi pecho mariposas del lino
y supe que la lluvia no era sólo aguacero.
                                                      
Entre cálculos áridos de trigonometría
se asomó, temblorosa, mi inicial poesía
y la química diome su seductora mano.
                                                      
Inundaron mis días cataratas de sueños
 de los que yo y mi alma creyeron ser los dueños
y, aunque no era verdad, del todo no fue en vano.



2 LA TARDE

Todo cambió, los días, las noches, las mañanas.
Fue luchar por la vida y llorar por los muertos.
Tuve algunos errores y también tuve aciertos,
pero puedo decir, no fueron cosas vanas.
                                                      
Construí una familia, mi casa con ventanas
mirando hacia un jardín con sus encantos ciertos,
y recibí a mis hijos con los brazos abiertos,
pero también fui esclavo de las cosas mundanas.
                                                      
Olvidé muchos años mi voz, mi poesía,
el limonero verde cuyo aroma se abría
delante de mis pasos, pero no lo apreciaba.
                                                      
No sentía desdén por los sueños de antes,
muchas veces llegaba a ellos por instantes
y en manos del olvido más tarde los dejaba

3 EL ANOCHECER

Todo llega a su fin o regresa a su puerto
cansado por los años que demoró el camino.
Es volver a soñar con el cielo y el huerto.
La voz del limonero regresa a mi destino.
                                                      
A veces me pregunto si ahora tiene tino
pensar que este retorno puedo creerlo cierto.
Pero lo crea o no, se yergue como un pino
dibujado en las páginas de un viejo libro abierto.
                                                      
Regreso a los aromas de las rosas primeras,
con el encanto mágico de antiguas primaveras,
con el sueño de niño del primer barrilete,
                                                      
a sentir la  tibieza de la casa paterna,
a robarle los higos de almíbar a la higuera,
a buscar aquel duende, el del verde bonete.

PRIMER PREMIO
XIV CERTAMEN LITERARIO INTERNACIONAL
“ALAS DE ALMA” SU MAJESTAD EL SONETO
GÉNERO: SONETO  
Villa Luro, Ciudad de Buenos Aires.
27 de abril de 2008

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